lunes, 22 de agosto de 2011

El recuerdo en la distancia...

El tiempo pasa y nada podemos hacer para evitarlo, tan sólo intentar disfrutarlo lo mejor posible mientras sea presente y así disponer de muy buenos recuerdos cuando se convierta en pasado. Como bien dijo el sabio Maestro Oogway (de nuestra querida Kung Fu Panda): "el ayer es historia, el mañana es un misterio, sin embargo el hoy es un regalo, por eso se le llama presente". Y no podemos estar más de acuerdo con ello aunque a veces se nos haga difícil recordarlo y nos preguntemos por qué no pasa el tiempo más deprisa para poder disfrutar ya de eso que tanto esperamos y sabemos que llegará o por qué no se pudo detener el tiempo en aquel maravilloso momento vivido... y queramos o no eso nos pasa a todos, ¿quién no lo ha deseado alguna vez? Sin ir más lejos yo misma pasé un año entero deseando que los días fueran horas y las horas minutos para que así llegara cuanto antes ese ansiado viaje a Japón. Y ahora que hace varios meses que pasó desearía poder seguir allí disfrutando cada una de las experiencias que se nos presentaron. Pero no puede ser. Aquello pasó y el hoy está aquí, en casa. Tan sólo puedo vivir este hoy, pero, por suerte, un hoy más completo que el de hace unos meses atrás, ya que ahora llevo conmigo el recuerdo, las historias, las vivencias, las enseñanzas, las risas, los momentos, las experiencias... todo lo que durante esos días se nos regaló en un país como Japón y en una buena compañía como lo son nuestros amigos, a los que siempre estaremos agradecidos por su recibimiento, su trato, su cariño, su amistad. De nada sirve preguntarse si volverá a pasar, si volveremos a tener la oportunidad de vivir algo así, eso nunca se sabe, aunque deseo de todo corazón que dentro de algún tiempo pueda volver a estar aquí sentada, escribiendo una entrada como la que ahora escribo, ya que significará que he tenido la oportunidad de volver a disfrutar de una experiencia increíble en ese querido pero lejano país que a todos los que seguimos este blog nos gusta. ¿Igual? seguro que no. ¿Mejor? ¿Peor? Nada de eso, simplemente diferente. Porque si de una cosa estoy segura es que nunca nada es igual, ninguna experiencia se puede igualar a otra, cada una es especial en sí misma y te aporta vivencias diferentes con las que llenar ese saquito que es tu historia, tu pasado. Y sería una tontería intentar que fueran iguales, ya que eso es imposible y tan sólo te llevaría a una decepción por no conseguirlo. Es por ello que hay que guardar como un tesoro todos esos buenos momentos y asegurarse de que permanezcan en nuestro recuerdo como lo que son, momentos únicos de nuestra vida.

Cuando volvimos del viaje varios de los "lectores" nos preguntaron si pondríamos más fotos del viaje y alguna explicación más detallada, a lo que contestamos sin dudar que sí, que lo prepararíamos todo y lo publicaríamos en cuanto nos fuera posible. Y si bien la idea inicial era cumplir lo que dijimos y escribir un post detallando lo que habíamos podido hacer y visitar estando en Japón, a la hora de ponernos a escribir..., la verdad es que esa idea inicial ha cambiado un poco. Sí que tenemos muchísima información, datos detallados de lugares, horarios, visitas, precios, transportes,... podríamos escribir un libro con toda la información recopilada (de hecho tenemos la pequeña guía que preparamos para el viaje). Pero al fin y al cabo son datos. Datos que nosotros mismos sacamos de internet, información accesible y fácil de consultar en muchísimos lugares y que además dependen mucho de los intereses que tenga cada uno. Lo verdaderamente importante de todo ese viaje, lo que realmente mereció la pena, fueron todas las emociones vividas, cada uno de los momentos que allí compartimos, cada una de las situaciones, cada nuevo plato que probábamos, cada bebida, cada historia, cada cambio de planes,... y un largo etcétera que nunca acabaría. Y eso, lamentablemente, es lo que no se puede enseñar, lo que no se puede transmitir fácilmente, eso es lo que queda en nuestro interior y que nos hace seguir creciendo como personas. Es por ello que finalmente tan sólo vamos a publicar las fotos (son un buen montón, pero os aseguro que se ha hecho una selección, ya que volvimos con unas 1600 que obviamente no publicaremos todas) en las que hemos añadido algunos títulos para que tengáis una idea de lo que pudimos visitar, pero no se escribirá ningún post en le que hagamos un detalle día a día de todo lo que hicimos. Creo que con todo lo que ya se ha dicho y con todo lo que ya os hemos podido explicar en persona a algunos de vosotros, ya os habrá quedado claro que fue una gran experiencia para nosotros y que, por lo menos para mi, y estoy segura que para Eloy, ha significado mucho y será algo que siempre llevaremos con nosotros y un recuerdo al que siempre le tendremos mucho cariño, un recuerdo al que siempre podremos volver mirando esas fotos y todos los regalos que de allí nos pudimos traer. Aunque insisto, el mejor regalo fue la experiencia en si misma.

Así que sin más, ahora sí que sí cerramos el capítulo de los escritos sobre nuestro viaje a Japón, esperando no haber decepcionado a nadie por el cambio de enfoque de esta entrada que algunos quizás esperaban y con la esperanza de que las fotos seleccionadas os gusten y como mínimo os acerquen un poquito más a ese estupendo país que tuvimos la oportunidad de conocer y que además os puedan transmitir un poquito de todas las vivencias que allí tuvimos. 

Un saludo a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario